Nuestra Tania llora, recitaba en ruso Adriana, mi hija de siete años, cuando me llegó la historia de
Tania y Axel, su bebé del Agua.
Llanto y dolor se mezclan
irremediablemente en las Historias de las Mamás del agua. Dolor físico, dolor emocional
y un llanto profundo que nace desde nuestro interior y se expande por cada una
de nuestras células, por cada uno de nuestros pensamientos.
Nuestra Tania llora y todas las
Mamás y Papás del Agua lloramos con ella.
Lloramos al sentir su dolor.
Lloramos de impotencia ante el
trato recibido.
Lloramos ante los dilemas que
la vida nos impone.
Lloramos por sus ilusiones
perdidas,
por su alma adolorida y
quebrada.
Lloramos por no poder conocer a
Axel,
por no poder disfrutar de su
presencia física.
Pero, nos queda su Amor, su
recuerdo, su nombre,
su estrella en el firmamento.
Elena Mayorga
Ahora, es el momento de que
Tania nos hable, os dejo sus palabras y el Amor infinito que siente por Axel, su dulce bebé del
Agua.
Hola,
mi nombre es Tania y esta es mi triste historia:
Yo he
perdido a mi bebé con 21 semanas. En la eco de las 20 le detectaron una
malmorfación cardiaca incompatible con la vida. Nos dijeron q se podía
operar... A corazón abierto, nada más nacer, con riesgo a morir en la misma o
en el postoperatorio. Con una calidad de vida en interrogante, cateters y más
operaciones a lo largo de su vida... "Vosotros decidís" pero ha de
ser ya para poder interrumpir el embarazo cuanto antes.... Una semana de
incertidumbre, de tormento, indecisión... Tomamos la decisión de interrumpirlo.¿qué
clase de padres por el egoísmo de ser padres le ofrecen una vida así a su hijo?
¿Qué padres pueden vivir con el miedo de que su hijo no despierte
una mañana...durante toda la vida? ¿O corriendo en el patio? ...
Ha
sido la decisión más dura y dificil de nuestra vida y el sentimiento de culpa
siempre estará ahí.
Yo tb
me sentí tratada como un animal. Me dieron las pastillas y me dejaron que el
proceso fluyera solo... "Cuando tengas ganas de empujar empuja" si
ves q sangras mucho avisas.. Más de 7 horas de dolor intenso, insoportable,
como si me arrancaran las entrañas, sin descanso...con algún sedante ¿en
serio?...imperceptible ante tanto dolor. Mi madre y mi marido con cara
desencajada de verme gritar, llorar, pegar puñetazos a la pared y clamar al cielo
pidiendo por favor que acabe el dolor ya.
Y
entre tanto dolor...un pensamiento...lo siento mi amor, espero que lo entiendas
y que algún día puedas perdonarme. Mami te quiere, no lo olvides, mami siempre
te recordará. Lo siento en el alma...mi bebé.
Ante
tal desesperación mi marido contacta con una conocida del hospital que
desgraciadamente ese día no tiene que trabajar: por favor ayúdala a q termine
este sufrimiento, habla con quién sea. Sangre, más dolor, ¿posibilidad de
epidural? No, no entra en protocolo... Más sangre, más dolor, a nadie le
importan mis gritos desgarradores... Como excepción te bajaremos a quirófano
cuando quede libre. Más horas, la pesadilla continúa...
Es mi
turno, estoy de suerte, "soy una privilegiada con el umbral del dolor
bajo",parece ser...entro, me reciben dos ángeles, me limpian, me cambian
el camisón, me quitan la cuña q llevaba más de 1 hora bajo el culo, me calman,
me cogen la mano con fuerza, llaman a mi marido y esperando la epidural llegó
el tan temido pero ansiado momento. Por fin acabaría este sufrimiento. Siento
ganas de empujar... Empujo, grito con fuerza dejándome hasta el último aliento
y al momento...cae sobre mi pierna...silencio...lo noto, es pesado, más grande
de lo q pensaba. El cordón umbilical que nos unía lo cortan. Aquí nos
separamos. Lágrimas. Hasta siempre mi amor. Mamá te quiere, no lo
olvides.
No
soy capaz de mirar...más lágrimas.
Aunque
parezca mezquino e insensible me siento tranquila. No aguantaba ya tanto dolor.
Ansiaba que todo terminase.
Pero
aún no ha acabado... Subo a planta. Falta la placenta. Más contracciones, más
presión, aún no tienes derecho a descansar. 30 minutos más de malestar. Ganas
de empujar... A ningún médico parece importarle lo que pueda o no pasar en la
349. Sale la placenta, yo la veo y sangre y más sangre...
Se
digna a venir una enfermera, se alarma de ver tanta sangre. Se llevan la
placenta. Oh!! La tensión cae. ¿Te mareas?. Corremos a reconocimiento, goteros,
ecografías, apretón en el vientre porque no deja de sangrar...
Parece
que la cosa mejora. Me siento arropada...por fin.
Subimos
a planta...
Gracias
porque este calvario ha acabado.
José
Carlos eres mi amor, mi vida, mi ilusión de cada día. Cuanto te quiero, que
poco te lo digo... No sé que haría sin ti.
Lucas,
mi niño , mi luz, mi sol, mis ganas de seguir, mi motor, mi fuerza cada día
para sonreir...tranquilo, volverás a poder ilusionarte con "tu bebé",
a besar mi barriguita, acariciarla y abrazarla como hacías cada día. Tan solo
espera a que esta oscuridad se disipe y la luna brille tan fuerte
que me guíe en este camino en el que ando algo perdida, algo vacía y enojada...
Y me recuerde que hay toda una vida esperando a ser vivida... Con nuevas
ilusiones, con nuevas sensaciones.
Pero
eso sí, Luna, recuérdame que fui madre del agua, que lo sentí, que lo amé y lo
perdí. Pero que en cada latido de mi corazón su presencia siempre estará.
En
cada latido de mi corazón: Axel.
Tu
mamá.