Cada
Mamá que tiene la generosidad de querer compartir en “Niñ@s del
Agua” su historia, realiza un acto de infinito altruismo.
Con
su relato, le tiende la mano a miles de otras mamás y papás que han
pasado o están pasando por circunstancias similares a la suya.
Con
su historia, ayuda, apoya y acompaña a miles de familias que
necesitan urgentemente que se les escuche, que se les preste toda la
atención del mundo, que se les cobije sin juicios, sin opiniones
dañinas, sin consejos absurdos.
Con
su narración, ofrece desinteresadamente todo el Amor que compartió,
y siempre compartirá, con su dulce niñ@ del Agua.
Cris,
Mamá del Agua, generosamente, nos ha enviado su testimonio para que
lo compartamos con vosotr@s. El tiempo de su bebé con ella, fueron
unas fugaces nueve semanas, pero, el tiempo cuando hablamos de Amor,
no puede medirse y nueve semanas suponen el paso hacia la eternidad.
Os
dejo con el relato de Cris, desde aquí quiero agradecerle su
infinita generosidad.
“Os
voy a contar mi historia, no sin antes deciros que ojalá hubiera
encontrado antes este blog, cuando la desesperación invadió mi
vida, cuando no tenía ningún consuelo, cuando sentí que mi mundo
se hundía con mi perdida...ojalá.
Todo
llega con ilusión, te enteras de que vas a ser mamá por primera vez
y tus ojos se llenan de lágrimas de alegría, la necesidad de
contarlo aunque sea pronto porque ese bebé que llevas en el vientre
es de lo más deseado y quieres compartir con todos tu alegría.
Las primeras ecografías me hicieron sentir miedo pues parecía que algo no marchaba bien o quizás me había enterado demasiado pronto de que estaba embarazada, así que continúe con las ecos hasta que de pronto escuche su latido no puedo explicar con palabras lo que sentí pero fue algo maravilloso, aunque aquel corazoncito latía muy despacito, me dijeron que podía ser que estuviera de menos tiempo pero aunque creo que luchamos juntos con fuerza para que latiera más fuerte, después dos semanas, su corazón se paró y con él se paró mi vida, me derrumbe, no quería creer aquello que me estaban diciendo, no quería separarme de él, lo llevaba en mi vientre, había hecho planes de futuro que eran inimaginables sin él, mi vida giraba en torno a él, le decía te quiero todos los días, había establecido con él un vínculo que no puedo explicar y que quizás algunas personas no entiendan pero era el amor de mi vida, le escribía un diario cada día, un diario que se quedó a mitad escribir y que el último día que escribí sólo deseaba que estuviera bien, pero en las líneas escritas de aquel diario se puede leer que yo sabía que esas páginas siguientes se iban a quedar blanco.
Las primeras ecografías me hicieron sentir miedo pues parecía que algo no marchaba bien o quizás me había enterado demasiado pronto de que estaba embarazada, así que continúe con las ecos hasta que de pronto escuche su latido no puedo explicar con palabras lo que sentí pero fue algo maravilloso, aunque aquel corazoncito latía muy despacito, me dijeron que podía ser que estuviera de menos tiempo pero aunque creo que luchamos juntos con fuerza para que latiera más fuerte, después dos semanas, su corazón se paró y con él se paró mi vida, me derrumbe, no quería creer aquello que me estaban diciendo, no quería separarme de él, lo llevaba en mi vientre, había hecho planes de futuro que eran inimaginables sin él, mi vida giraba en torno a él, le decía te quiero todos los días, había establecido con él un vínculo que no puedo explicar y que quizás algunas personas no entiendan pero era el amor de mi vida, le escribía un diario cada día, un diario que se quedó a mitad escribir y que el último día que escribí sólo deseaba que estuviera bien, pero en las líneas escritas de aquel diario se puede leer que yo sabía que esas páginas siguientes se iban a quedar blanco.
Yo
también me sentí como un animal, con esas pastillas que te arrancan
la vida y que hacen tu dolor más insoportable, porque al dolor
emocional se añade el físico que estas pastillas nos causan, ¿y
esto es normal? ¡Póngaselas en casa y vuelva en 7 días!- eso me
dijo el doctor ¿y el apoyo emocional? ¿No dan ningún tipo de apoyo
en estos casos? Me fue llorando del hospital y conduje sola hasta
casa, no sé cómo no me mate en la carretera, mi dolor por mi
perdida era enorme.
Durante
30 días tuve contracciones, cólicos, hemorragias, tensión baja,
pulsaciones altas... ¿es necesario todo eso? ¿Es necesario
convertir una perdida en un trauma? yo creo que todo eso no es
necesario ¡Somos personas!
Me
sentía incomprendida en el hospital, muy querida por mi gente y
aunque tenía a personas que se preocupaba por mí, me sentía sola.
Escuche
a la gente decir: " no te preocupes eres joven y tendrás
otro", etc. Supongo que lo dicen para consolarte pero que a mi
realmente poco me importaba, pues lo que había perdido no iba a
poder ser remplazado nunca.
Peque
allí donde estés mamá te va a querer siempre porque fuiste
importante para mí durante el tiempo que estuvimos juntos, y hoy aún
te echo de menos y mañana te voy a seguir recordando. Porque 9
semanas no son mucho tiempo pero 9 semanas lo son todo y ese todo
eres tú.
Tú
mamá.
PD:
Hay que recordar que un abrazo vale más que mil palabras y que
contar las cosas puede ayudar a otras personas y a uno mismo.”