miércoles, 29 de agosto de 2012

Historias de nuestros Niños del Agua: Lilah


Muchas gracias a Sara y su pareja, Toni, por compartir con nosotros la historia de su Niña del Agua, Lilah, y por darnos el permiso para incluirla en nuestro blog.

Antes de nacer, su madre ya sabía su nombre: Lilah, un nombre exquisito y poético, con un intenso significado: Juego de Dios.
El Cosmos unió el Alma de madre e hija en un estado extático de energía y Amor, y ese mismo Cosmos, decidió que esa unión, al cabo de pocas semanas, se expandiera más allá y fundiera el Alma de Lilah con la de su Madre, Sara, con la de su Padre, Toni, con la de su Hermana, Clara, con la de su Hermano, Michel, y con la de todos los seres que la amaron y que la amarán, pues ella siempre estará entre nosotros, como todos nosotros estaremos con ella.
Lilah nos mostró cómo el Amor es infinito y perdura más allá del tiempo y del espacio para Unir a todos los seres bajo su influjo.
La pequeña Lilah acompañó físicamente a sus padres Sara y a sus hermanos durante 20 intensísimas semanas. Nació el 3 de Mayo del año 2012.
Os dejamos con los bellos e intensos poemas que sus padres le han dedicado, y con el conmovedor relato que su madre, Sara, realizó sobre su preciosa Niña del Agua, Lilah, tras su marcha física.

 

A mi hada, Lilah:

Le llaman feto o embrión
Yo prefiero llamarle Alma.
Dicen aborto o pérdida
Yo prefiero decir que se marchó.
Se fue mi niña, se fue a la luz.
Mi niña vuelve y me ilumina
como me iluminó durante veinte semanas
como te ilumina si tú lo quieres.
Mi niña es luz, es AMOR, es ALMA.

Sara, la mamá




El recuerdo de un sueño,
sólo eso queda;
y un vacío en el alma
que jamás se llena…

¿A quién voy a entregar
este Amor
que te tenía reservado,
que era ya tuyo, que guardaba
para ti, flor amada…?

Tus cenizas se irán con el viento,
pero el dolor…¿dónde se irá este dolor
que llevo de tu recuerdo…?

Toni, el papá…





UNA HISTORIA DE AMOR

Me quedé embarazada de mi tercera hija al finalizar el 2011. Lilah, así se llama mi hija, nació a las 20 semanas de gestación el 3 de mayo del 2012. Como en mis otros dos embarazos siempre me encontré muy bien, pletórica, con un hambre voraz y , eso si, con una conexión especial con ella, quizás más fuerte aún que en los anteriores embarazos.
Desde el primer momento Lilah lo guió todo, me trasmitía calma y serenidad, fe ............(existen multitud de anécdotas que ahora seria muy largo de explicar). Pronto mi intuición me llevo a decir que era niña (sin eco), como más tarde se corroboró. La primera eco fue..............inolvidable; como yo le hablaba para que se dejase ver y así ahorrarnos la eco vaginal y ....así fue, a la pr¡mera, su lindo cuerpecito, su latido. Pronto empecé a notar sus movimientos.
Unos dias antes de mi cumpleaños, el 24 de Abril, me dí cuenta de que no se movía, no la notaba........(pasado todo el procesó pude recordar el instante exacto en que se marchó, en que su corazón dejo de latir......un suspiro, una extraña sensación, una ........no sé como explicarlo), pero siempre negué la evidencia hasta el dia de la segunda visita al Cap con la comadrona. Al llegar a la consulta no hubo manera de escuchar su corazón(cosa rara en Lilah) y la comadrona (una linda persona que en todo momento me transmitió amor y calma) decidió enviarme a urgencias para realizar una eco. Allí se confirmó que Lilah no estaba aunque siguiera en mi su lindo cuerpecito.

Es verdad que en el hospital tuve que lidiar con una comadrona para que me dejará marchar pero no hay nada, o, casi nada, que unas palabras de amor y unos ángeles a tu lado, no puedan conseguir. Más tarde, ya en casa, lloramos toda la família unidos, incluidos mis otros dos hijos.
Pasados dos dias, después de haber hablado con mi comadrona del parto en casa, de haber llorado, de prepararlo todo por si nacía en casa.......Siempre rodeada de amor....decidí que había llegado el momento, psicologicamente yo ya no podía más y deseaba ir al hospital.
El 2 de mayo , a las 6 de la madrugada marchamos hacia el hospital y se indujo el parto con prostaglandina.
Os diré que siempre hicimos nuestras peticiones con respeto(como sé que hacemos la mayoría de las personas) y serenidad, y que siempre fui tratada con respeto. Sé que todabía falta, falta sensibilidad,pero mi caso fue muy bién tradado...muy respetado y por ello estoy agradecida. Me pude hacer fotos con Lilah,nos despedimos juntos en la intimidad y Lilah  pudo nacer en la habitación. Pedí no tener dolor y en todo momento estuvieron pendientes por si precisaba de algun analgésico, lo único que para ellos era impensable fue el tema de llevarnos el cuerpo...........así que nos ofrecieron una opción:realizar los trámites para funeraria. Vimos que convencerles era difícil y no queríamos despedirnos de Lilah luchando así que aceptamos realizar los trámites como si fuera un alma de 26 semanas(segun nos dijeron es a partir de esas semanas cuando formalmente se realizan los trámites de funeraria). Más tarde agradecimos haberlo hecho así, lo de las cenizas fue maravilloso.
Una vez nació Lilah , necesite de masajes para el alumbramiento de la placenta y siempre me trataron con cariño y pidiéndome disculpas por el dolor que éste producía pero así me libre del legrado. No quisimos que hicieran la autopsia ni otro tipo de pruebas yo y Toni sabemos que Lilah y yo teniamos un contrato, un contrato hecho en otra vida .Entre todo lo que me ha enseñado he aprendido que el AMOR no tiene cuerpo, no tiene espacio, no tiene tiempo. He aprendido a vivir sin miedo, a morir sin miedo. Lilah ha cumplido su parte ,ha venido a enseñarme tantas cosas.........cosas que no hubiese aprendido de otra manera.....Todavía hay dolor y he llorado mucho, sigo haciéndolo, como madre me hubiera quitado la vida por ella, por acunarla y cuidarla pero ese no era el trato.
El Domingo, 6 de mayo, día de la madre,nos fuimos a la playa con amigos y familiares, lanzamos las cenizas al mar y pasamos el día en la playa. Muchas de las mujeres que vinieron habían perdido alguna hija y a día de hoy ya sé que alguna ha revivido su pérdida y gracias a la mia, gracias a Lilah, está sanándola. Casualidad? yo creo que no.


El relato completo de la Historia de Lilah, fue publicado por su madre, Sara, en su blog, el 28 de Mayo de 2012, puedes leerlo en el siguiente enlace:

martes, 21 de agosto de 2012

El dolor de la pérdida



 Cuando  pienso en el dolor que he sentido al perder a  seres queridos. En el duro golpe que  ha supuesto  para mi la pérdida de cada uno de ellos. En los  días y meses de tristeza , de recuerdos , de añoranza por el tiempo que compartimos y también por el que quedó por compartir. Por lo que dije o dejé de decir….
Cuando pienso en ello, pienso también en  el dolor que debe sentirse al vivir la muerte en primera persona, en el propio vientre.
Cuando esperas vida , cuando tus días son de color arcoíris y, de pronto,  se tornan tristes y oscuros , porque descubres que  no verás a  la personita que anidaba en tu interior . Que no habrá a quien darle esos  besos y abrazos que con tanto amor guardabas...
Cuando yo he perdido a un ser querido, he recibido apoyo y comprensión. Me he sentido protegida y cuidada. He llorado por la persona que se fue y he compartido largos ratos de charla con familia o amigos recordándola, sintiéndome muy reconfortada y acompañada en mi dolor.
Pienso entonces en las madres que pierden un bebé. Da igual de qué tiempo o tamaño. Si está o no formado.... Solo pienso en las ilusiones que esa madre, esa familia, habrán puesto en ese embarazo. En que desde el mismo momento en que descubres que estás embarazada ya te sientes madre. Orgullosa por albergar vida en tu interior.
Pero de repente, todo desaparece y da paso a un dolor desmedido. Un dolor que pocas madres se atreven a compartir por miedo a resultar ridículas porque “ estaba de muy poquito” o porque se sienten culpables del “fracaso” de su embarazo.  Comentarios como “ no te preocupes, aun eres joven”, “pronto tendrás otro “, calan muy hondo en el corazón de la mujer que ha sufrido una pérdida. El bebé que se ha ido es insustituible , de mismo modo que para mi lo son las personas que perdí.  La diferencia está en que yo sí puedo hablar de ellas. Las he despedido y ocupan un lugar en el mundo que me rodea. Pero…¿ y los niños del agua ? ¿ Qué lugar ocupan en una sociedad que mira hacia otro lado cuando se habla de aborto ? . ¿ quien, a parte de sus padres y/ o hermanos , les lloran ?.  ¿ Dónde figura que han existido ?.
Las familias que pasan por una pérdida gestacional no solo sufren por el bebé que no nacerá. Sufren también por no poder gritar a los cuatro vientos su dolor, por que sus hijos , que ocupan un lugar tan grande en sus corazones, no existen para la sociedad. Porque cuando logran reunir el valor para hablar de ellos, la mayoría de la gente cambia de tema o trata de banalizarlo.
  Honrar a esos bebés que solo vivieron en el mar amniótico. A los niños del agua que , en tan corto tiempo , nos hacen sentir mariposas en la barriga. Que nos convierten en sus madres, familiares o amigos de por vida y quedan para siempre en nuestros corazones.  Acompañar  a esas familias en su dolor, brindándoles un hombro sobre el que llorar, nuestra comprensión , nuestro silencio y la posibilidad de hablar, de recordar o de despedir a su bebé. En definitiva, dar a  las muertes gestacionales o perinatales, la misma importancia que damos  a las muertes fuera del vientre materno..... Esta es la gran asignatura pendiente que tenemos como sociedad y como personas.
Afortunadamente, poco a poco, van surgiendo rayitos de esperanza. Personas que luchan por normalizar y acompañar este duro proceso , desde el amor y el respeto .
Como suele decirse: Muchas gotas de agua forman un mar y, este mar , en el que nos han unido nuestros niños del agua, tiene una energía imparable.
Un abrazo desde el corazón
Jasmin