jueves, 13 de febrero de 2014

¿Cómo puedo ayudar a una amiga que ha sufrido la pérdida de su bebé?






A veces recibo correos de amigas, hermanas, madres, primas, vecinas que tienen una amiga que ha sufrido la pérdida de un bebé (con independencia de cómo se haya producido esta pérdida) y no saben cómo ayudarla. Me escriben angustiadas porque son conscientes de que su amiga lo está pasando muy mal y me preguntan qué pueden decirle para animarla. En ocasiones, me cuentan cómo, al visitarla, han notado que sus palabras le han causado a su ser querido dolor y angustia y no le han hecho ningún bien.

A continuación voy a daros una serie de consejos básicos para apoyar a amig@s personales (madres, padres y niñ@s) que están atravesando un duelo por la pérdida de su bebé. No toméis estos recursos para utilizarlos de forma profesional, son simplemente unos breves apuntes para acompañar respetuosamente, como amig@s, a seres queridos, a amigas que están pasando por un periodo traumático y muy duro de sus vidas.

Los profesionales que se ocupan del acompañamiento de duelos se pasan años preparándose para facilitar la transición tras la pérdida de un ser querido. Cuando los duelos son en exceso profundos y traumáticos, cuando no podemos remontar y recuperarnos, éstas y éstos magníficos profesionales nos ayudan y nos acompañan desde su experiencia, desde su empatía y sus grandes conocimientos del dolor y el trauma del duelo.


¿Cómo brindar apoyo y compañía desde la amistad y el cariño?

Palabras: Las más de las veces las palabras sobran. Abraza a tú amiga, dale todo tú cariño, quédate a su lado cogiéndola de la mano, dejándola hablar a ella, dejándola llorar. Nada de lo que digas va a poder aliviarla, simplemente, acompáñala sin opinar, sin intentar mitigar su dolor con frases como que el bebé era pequeño, que ya tendrá otro, que ha pasado lo que tenía que pasar, etc.

Respeto: Si la pérdida es reciente, respeta el dolor de tú amiga, no hables de tus propias pérdidas, de otras muertes. Sin embargo, si tú misma has sufrido una pérdida, sí que puede servirle de ayuda frases breves de reconocimiento de su trauma como: sé cómo te sientes, sé que es muy doloroso, comprendo tú pena, comprendo tú dolor.

Acompáñala discretamente desde tú experiencia y, más adelante, cuando ella se sienta más fuerte y preparada, podréis las dos hablar de vuestras pérdidas, uniros en ese mutuo dolor que conocéis y que os ha unido en el difícil camino de una maternidad diferente.

Paciencia: Nunca debemos presionar a una persona que ha sufrido una pérdida para que olvide su dolor, todas necesitamos un tiempo para recuperarnos, para volver a reorganizar nuestras vidas, nuestra psique. 

Nuestra mente, nuestro cuerpo, nuestro espíritu están muy heridos y necesitamos tiempo para vivir nuestro dolor, para asimilar nuestra pérdida, para comprender todas las experiencias que acabamos de vivir.

Amor: Muéstrale tú cariño con pequeños mimos como llevarle comida para unos días, unos bombones, darle un pequeño masaje, ayudarle a arreglar su casa, arroparla, escucharla con empatía, compartir sus lágrimas.

Presencia: Aunque no viváis cerca y la distancia os separa, escríbela a menudo, sólo palabras escritas desde el corazón como: Te quiero mucho, te llevo en mi corazón, me acuerdo mucho de ti, etc. Palabras escritas desde el cariño, sencillas, de amistad.

Si vives cerca visítala con frecuencia, que note tu presencia, tu compañía, que tu apoyo sea sereno, amoroso, cobíjala con tu cariño.

Si desea salir, acompáñala en sus salidas, prepara visitas a lugares naturales: playa, montaña, mar, ríos ayudan a encontrar la paz de espíritu necesarias para encarar el duro camino de asumir que tú bebé se ha marchado.

Las mamás que sufrimos pérdidas nos sentimos hundidas, devastadas, solas y sin rumbo. El tener una compañía amorosa, desinteresada, puede servirnos de faro, de luz.

Empatía: Tu amiga acaba de pasar por una de las experiencias más traumáticas y dolorosas que podemos vivir, necesita tu presencia, tu apoyo, tu compañía, tu comprensión. No necesita ni juicios, ni opiniones.

Recuperación: Cuando veamos que, pasado el tiempo, pueden ser meses o semanas, nuestra amiga poco a poco nos necesitará para salir del túnel, podemos proponerle ir a clases, talleres, acompañarla a actividades físicas o manuales: danza del vientre, yoga, Tai chi, biodanza, pintura, modelaje, cocina, costura, artesanía, etc. Todas ellas ayudan mucho a reconectar con nuestro cuerpo, a volver a unir nuestra mente, nuestro espíritu con nuestra dimensión física.