miércoles, 29 de enero de 2014

¿Qué me ha enseñado la muerte de mi hija?

Cuando muere un ser querido es imposible encontrar una razón que nos alivie esa pérdida, aún más cuando se trata de una hija o un hijo. No le encontramos sentido y jamás se lo encontraremos. Por más que muchas personas intenten mitigar nuestro dolor (ya tendrás otro, así mejor, ya pasará…), el sufrimiento y el vacío están ahí y no existen razones que puedan aliviar o justificar nuestra pena.

Sin embargo, cuando llegamos al final del duelo, nos sentimos mejor y vamos elaborando nuevos proyectos en nuestras vidas, un ejercicio que sí que puede ayudarnos en nuestro camino es el de realizar una lista de todo lo que hemos aprendido tras la muerte de nuestra/o pequeña/o. Hoy en día somos otra mujer, otro hombre, madres y padres que han sufrido un enorme trauma en sus vidas y este hecho, nos ha empujado a madurar de otra forma y a afrontar la vida desde una nueva perspectiva.  Para nosotr@s el comprendernos y conocernos cómo somos ahora, tras los cambios sufridos por la pérdida, asumiendo nuestras nuevas sombras, pero también, nuestras nuevas luces, puede ayudarnos a afrontar nuestra nueva vida con una mayor fortaleza no sólo frente a las adversidades, sino también, frente a todas las circunstancias de nuestro día a día. Jamás existirá nada que justifique nuestra pérdida, pero, por lo menos podemos honrar la memoria de nuestr@s hij@s siendo conscientes de todo lo que nos enseñaron a pesar del poco tiempo que pudimos pasar junto a ell@s.

Os dejo aquí un breve resumen de lo que he aprendido tras la muerte de mi pequeña Luna (en pocas semanas hará dos años de su marcha).

o   En la vida no todo es blanco, ni negro, existen muchas zonas intermedias.

o   Tenemos que vivir todas las emociones, tanto las malas como las buenas, no debemos rehuir ninguna.

o   Si no afrontamos los hechos, jamás avanzamos y nos quedamos anclados en la pena y el dolor.

o   Todos vivimos circunstancias adversas y traumáticas en nuestras vidas. No podemos culparnos, ni pensar que tenemos mala suerte o que nos pasa de todo. En realidad, todos pasamos por las más diversas vicisitudes.

o   No pienses en un “y si”, recrearse en el pasado aporta dolor y sufrimiento.

o   En nuestras vidas hay personas amorosas y excelentes que nos quieren y nos apoyan. Cuidémonos mutuamente, que el Amor sea nuestra fortaleza frente a los acontecimientos de la vida.

o   Existen personas insanas, maledicentes, no tenemos porqué permanecer a su lado, no tenemos que ocuparnos de ella, no tenemos ni que pensar en ellas. Cada uno que haga su camino.

o   Vive la vida, disfruta cada segundo.

o   Valoremos lo que tenemos, siempre es mucho más de lo que pensamos.

o   No tengas miedo de la vida, no te preocupes en exceso, Vive.