martes, 14 de marzo de 2017

Despedida de Niñ@s del Agua


Hace tiempo que llevo queriendo escribir este post, el último de este blog que tanto ha supuesto en mi vida. Durante cinco años, he estado recopilando emociones, sentimientos, sensaciones y vivencias mías y de Mamás y Papás que hemos pasado por el desolador trance de perder a nuestros bebés.

Cuando nuestros bebés mueren, cuando recibimos la fatídica noticia de que algo va mal, nuestra vida estalla, todo salta por los aires y el dolor  es inaguantable. Duele, duele mucho. Duele, duele tanto que piensas que tu corazón no va a poder aguantar más. Entonces, un día, una chispa de luz se cuela en tu vida. Han podido pasar semanas, meses o incluso años. Esa chispa, poco a poco, va creciendo y su luz, te ayuda a re-conectar con la vida. Tal vez de una forma más intensa, dolorosa y profunda. También de una forma más sosegada y consciente.

¿Cómo seguir adelante cuando nuestr@ pequeñ@ ya no está con nosotras?

Con la ayuda del Amor. Del Amor de nuestra familia, de nuestras amigas, de desconocidas que pasaron por lo mismo que tú y que te brindan todo tu cariño para aportar sosiego a tu alma herida. Con la ayuda del Amor hacia nosotras mismas, un amor que queda muy mermado tras la pérdida de nuestros bebés y que cuesta mucho trabajo y esfuerzo recuperar. Pero se logra.

Han pasado ya cinco años desde aquel fatídico día en el que mi vida, tal y como era antes, acabó. He cambiado, muchísimo. He llorado, reído, hablado, vivido y sobre todo asimilado mi dolor, un dolor que siempre está ahí, pero que he comprendido y aceptado. Ahora soy otras, soy la Mamá de mi preciosa Adriana de ocho años y la Mamá de mi dulce Luna, que nunca cumplirá años. Las dos me acompañan todos los días de mi vida.

Cinco años después de abrir este blog, mi vida gira entorno a nuevos proyectos que necesitan de toda mi energía, mi corazón siente que ha llegado la hora de dejar marchar Niñ@s del Agua y que otras mamás y papás tomen el relevo con tantas preciosas asociaciones y páginas puestas en marcha para acompañar a las Mamás que han perdido a sus bebés.


Ojalá estos textos que aquí quedan puedan aportar algo de luz en la oscuridad de vuestro dolor.


Os llevo siempre en mi corazón, con todo el Amor y cariño del mundo,



Elena Mayorga 

viernes, 10 de junio de 2016

Historia de Nuestr@s Niñ@s del Agua: Markel


Cuando Nuestr@s Niñ@s del Agua parten, con ellos se marchan todos los planes e ilusiones de su Mamá, de su Papá, de sus herman@s, de su familia. Nuestras esperanzas, nuestros proyectos, nuestro futuro, en escasos momentos, se quiebran, al igual que nuestros corazones.

Pocas personas comprenden esta pena infinita. Pocas personas captan la profundidad de nuestra tristeza. 

Sin embargo, no estamos solas, muchas madres hemos pasado por situaciones parecidas y estamos aquí para apoyarnos para acompañarnos, para prestar ayuda. Al igual que Cristina que, a pesar del inmenso dolor que siente por la pérdida de su precioso Markel, con el fin de ayudar a otras Mamás a pasar por estos momentos tan desoladores, ha querido compartir con tod@s nosotr@s su historia.

¡¡Muchas gracias Cristina!!

Elena Mayorga


Historia de Markel narrada por su Mamá, Cristina:

"Me gustaría compartir con todos la historia de Markel, mi bebé angelito que ayer hizo un año se marchó para cuidarnos y amarnos desde el cielo. Hoy le sigo llorando.

Aquí va nuestra historia.

Tenemos una niña de 6 años y después de muchos intentos, por fin logré la ilusión de quedarme embarazada. Mi hija estaba loca de contenta y nosotros no cabíamos en nuestro gozo.  Un bebé en ese momento era una total bendición.  Todo iba bien, incluso la temida ecografía de las 20 semanas salió perfecta. No había ninguna anomalía y todo estaba perfecto.  No había por qué preocuparse y dado que ya estábamos de 26 semanas, contábamos con nuestro bebé Markel para todos los planes familiares.  En los dibujos de su hermana, Markel siempre aparecía con nosotros.  Incluso teníamos la foto de la ecografía 3d de las 20 semanas en casa, con su carita perfecta y angelical.

La noche del 28 de Mayo me acosté como siempre, sin ninguna preocupación diferente de cualquier embarazo que cursa con total normalidad.  De repente, a las 04:00, mientras dormía, sentí un enorme dolor en un costado y empecé a sangrar.  El susto y la situación me vaticinaban lo peor.  Cuando llegamos a urgencias me dijeron que tenía desprendimiento de placenta y que tenían que hacerme una cesárea de urgencia.  Así fue, cuando desperté de una anestesia general, me dijeron que Markel no pudo aguantar la situación y que murió en el alumbramiento.

Nos arrancaron un hijo, un hermano, un nieto... la ilusión más fuerte que se puede tener, un bebé.  Lo pasé realmente mal y hoy, un año después, sigo recordándole y llorándole.  Le recordaré siempre y todavía me pregunto por qué a mi, por qué me pasó…..  El leer historias parecidas a la mía, me anima a pensar que no estoy sola, que hay gente que comprende el dolor, el truncamiento… Solo si has pasado por algo parecido puedes comprender el inmenso dolor de estas pérdidas.

Hoy por hoy, mi hija quiere un hermanito pero ya no puedo dárselo. Es una pena enorme y desgarradora saber que lo tuve ahí conmigo, que ya era y formaba parte de nosotros y que de la noche a la mañana, en unas horas, te cambia la vida para siempre.


Hay que aprender a vivir con ese dolor, y yo todavía estoy aprendiendo."

jueves, 31 de marzo de 2016

Testimonio de Cris, Mamá del Agua

Cada Mamá que tiene la generosidad de querer compartir en “Niñ@s del Agua” su historia, realiza un acto de infinito altruismo.
Con su relato, le tiende la mano a miles de otras mamás y papás que han pasado o están pasando por circunstancias similares a la suya.
Con su historia, ayuda, apoya y acompaña a miles de familias que necesitan urgentemente que se les escuche, que se les preste toda la atención del mundo, que se les cobije sin juicios, sin opiniones dañinas, sin consejos absurdos.
Con su narración, ofrece desinteresadamente todo el Amor que compartió, y siempre compartirá, con su dulce niñ@ del Agua.

Cris, Mamá del Agua, generosamente, nos ha enviado su testimonio para que lo compartamos con vosotr@s. El tiempo de su bebé con ella, fueron unas fugaces nueve semanas, pero, el tiempo cuando hablamos de Amor, no puede medirse y nueve semanas suponen el paso hacia la eternidad.

Os dejo con el relato de Cris, desde aquí quiero agradecerle su infinita generosidad.


Os voy a contar mi historia, no sin antes deciros que ojalá hubiera encontrado antes este blog, cuando la desesperación invadió mi vida, cuando no tenía ningún consuelo, cuando sentí que mi mundo se hundía con mi perdida...ojalá.
Todo llega con ilusión, te enteras de que vas a ser mamá por primera vez y tus ojos se llenan de lágrimas de alegría, la necesidad de contarlo aunque sea pronto porque ese bebé que llevas en el vientre es de lo más deseado y quieres compartir con todos tu alegría.
Las primeras ecografías me hicieron sentir miedo pues parecía que algo no marchaba bien o quizás me había enterado demasiado pronto de que estaba embarazada, así que continúe con las ecos hasta que de pronto escuche su latido  no puedo explicar con palabras lo que sentí pero fue algo maravilloso, aunque aquel corazoncito latía muy despacito, me dijeron que podía ser que estuviera de menos tiempo pero aunque creo que luchamos juntos con fuerza para que latiera más fuerte, después dos semanas, su corazón se paró y con él se paró mi vida, me derrumbe, no quería creer aquello que me estaban diciendo, no quería separarme de él, lo llevaba en mi vientre, había hecho planes de futuro que eran inimaginables sin él, mi vida giraba en torno a él, le decía te quiero todos los días, había establecido con él un vínculo que no puedo explicar y que quizás algunas personas no entiendan pero era el amor de mi vida, le escribía un diario cada día, un diario que se quedó a mitad escribir y que el último día que escribí sólo deseaba que estuviera bien, pero en las líneas escritas de aquel diario se puede leer que yo sabía que esas páginas siguientes se iban a quedar blanco.
Yo también me sentí como un animal, con esas pastillas que te arrancan la vida y que hacen tu dolor más insoportable, porque al dolor emocional se añade el físico que estas pastillas nos causan, ¿y esto es normal? ¡Póngaselas en casa y vuelva en 7 días!- eso me dijo el doctor ¿y el apoyo emocional? ¿No dan ningún tipo de apoyo en estos casos? Me fue llorando del hospital y conduje sola hasta casa, no sé cómo no me mate en la carretera, mi dolor por mi perdida era enorme.
Durante 30 días tuve contracciones, cólicos, hemorragias, tensión baja, pulsaciones altas... ¿es necesario todo eso? ¿Es necesario convertir una perdida en un trauma? yo creo que todo eso no es necesario ¡Somos personas!
Me sentía incomprendida en el hospital, muy querida por mi gente y aunque tenía a personas que se preocupaba por mí, me sentía sola.
Escuche a  la gente decir: " no te preocupes eres joven y tendrás otro", etc. Supongo que lo dicen para consolarte pero que a mi realmente poco me importaba, pues lo que había perdido no iba a poder ser remplazado nunca.
Peque allí donde estés mamá te va a querer siempre porque fuiste importante para mí durante el tiempo que estuvimos juntos, y hoy aún te echo de menos y mañana te voy a seguir recordando. Porque 9 semanas no son mucho tiempo pero 9 semanas lo son todo y ese todo eres tú.
Tú mamá. 

PD: Hay que recordar que un abrazo vale más que mil palabras y que contar las cosas puede ayudar a otras personas y a uno mismo.”

jueves, 17 de marzo de 2016

Historias de Nuestros Niñ@s del Agua: Erik

Detrás de cada pérdida, detrás de cada Niñ@ del Agua que se nos marcha, hay una durísima historia de dolor, lágrimas y tristeza: un embarazo que no termina, un parto que va mal, un bebé incompatible con la vida, circunstancias aciagas...

Hoy nos llega el durísimo testimonio de Mayte, una Mamá del agua que perdió a su precioso Erik debido a un choque anafiláctico, una reacción adversa a un antibiótico, un rarísimo caso que ocurre en poquísimas ocasiones.

Mayte a tenido la gran generosidad de compartir con nosotr@s su historia para informar y ayudar a otras mamás que hayan pasado o estén pasando por circunstancias similares.

Os dejo con la Historia de Erik, bebé del agua, contada por su Mamá, Mayte.

Para leer más sobre la Historia de Erik y Mayte, os recomiendo pasaros por su conmovedor blog "Adios a mi niño"  


Nunca pensaria que tendria que explicar una cosa asi tan dura y que me fuera pasado a mi .siempre pensaba que estas cosas no me ivan a suceder pero si sucede y no sabes el porque .. empiezó
Soy mayte y mi historia como todas es algo traumatica todo empezó hace dos meses el 4 de enero de 2016 estaba de 30semanas y estaba en as compras de reyes con mi madre mi hermana y mi hijo de 4 años todo iva bien el embarazo mi sueños que despues de dos años de busqueda de tratamiento y me llega el positivo a la tarde cuando llego a casa le digo a mi marido me voy de urgencias que m duele el riñon y voy a que me miren me dice quieres que te acompañe le digo no quedate con el niño que yo voy me miran y enseguida vengo a casa. cojo el coche y me voy a la clinica alli me cojen de enseguida me hacen correas eco vaginal y de la barriga y me dice que el niño esta genial q tengo algunas contraciones pero bueno que es normal y me ponen una via me hacen analitica de sangre de orina y me dicen que tengo infecion de orina que me esta subiendo al riñon y que me tienen que dar antibiotico, a todo eso si va a mas me tendrian que ingresar. estoy de acuerdo me dice la doctora ves vistiedote que te ponemos el antibiotico y te vas para casa me visto me siento con la doctora en la silla para explicarme el informe y lo que tengo que hacer y hay empieza mi pesadilla estamos hablando que me tendria que estar tomando durante una semana la amoxicilina y de repente me levanto de la silla corriendo y intent quitar la via la doctora me mira que ocurre y le digo noto la medicacion en la boca enseguida me incho me pongo roja y sin poder respirar mi palabras son mi hijo porfavor mi hijo llamar a mi ginecologo y me dicen mayte tranquilizate que puedes respirar y mi contestancion en no no puedo me falta el aire y enseguida me sale un silvido de la garganta y mi ginecologa de urgencia me dice correr correr que el nio se va como se va si hacia cinco minutos estaba bien yo con el poco aire que me quedaba chillaba que salvar a mi hijo y de ai ya no me acuerdo nada mas hasta que me desperte el dia cinco de enero alas 9 de la noche en la uci me despierto y lo primero que ago estocarme la barriga mi hijo no esta a mis adentro y busco una enfermera alguien de mi familia pero no hay nadie y enseguida viene una enfermera yle pregunto por mi hijo y no me dice nada no me contesta pero su cara es un poema y con el gesto me dice que no esta me pongo a llorar y le digo que no me toque que no entendia nada y enseguida me viene la doctora y me explica que mi hijo no an podido hacer nada porque a mi me dio un choque anafilactico con parada cardiorespiratoria y acido en la sangra todo por una reaccion alergia pero a que alergia si no soy alergica a nada me explican que a pasado todo y si quiero ver a mi hijo le digo que si y me dan unas pastillas para cortar la subida de la leche ese momento lo tengo grabado en mi corazon mi niño erea igual que su hermano mayor lo que el era mas pequeñito y mas blaquito tenia pelo y la verdad qu en hospital lo vistieron y lo pusieron muy guapo hable con el le di mil besos cariños en cinco mitutos le  queria dar todo el cariño que no le iva dar mas yo me decia y porque el y no yo estube esa noche en la uci tambien yy fue las peores noches de i vida a la mañana siguiente me vino mi ginecologo y me explico todo el porque me avia pasado  algo entendia pero no de todo el movio todo para que me fuera aplanta y alli empeze a mover todo para poder incinerara mi hijo cosa q la funeraria decia que porque no mjor en una tumba comun como una tumba commun porfavor si mi hijo era un bebe si fuera sido por otra causa el estaria vivo me dolio mucho eso pero alfinal lo consegui. me hacen pruebas analiticas de corazon del riñon y el 8 de enero me dan el alta la clinica pa ayudarme en el duelo me manda aun psicriata en teoria el mejor de duelo qu ehay enbarcelona pero me decpciono me dijo que alomjor mi destino no era ser mas madre que mi hijo sera el angel que me venga a bscar cuando yo me muera y unas cuantas mas que no me acuerdo salgo de ai destrozada y me queda ir para casa cuando llego veo todo su habitacion con las letra de su nombre en la puerta su carro su ropa y digo porque a mi.

la verdad que el trato en la clinica de los doctores de las enfermeras an sido excelente mi ginecologo para mi a sido un angel en los peores momento lo tenia mi lado ayudandome y escuchandome hoy por hoy lloro lo echo de menos me consume saber que no lo tengo el domigo dia 13 saldria de cuentas y se que ese dia no llegara. es duro escuchar que tu hijo pequeño te dice mami yo ya no voy a tener un hermanito porque se a ido al cielo porque a pasado a nostros como le explicas a tu hijo como afrontas salir a la calle y que te pregunten hay ya as tenio a tu niño como ver a otras embarazda y que pienses y porque ami son cosas que nunca pensaria que me fuera pasado de tenerlo todo a no tenerlo de estar el perfecto a no tenerlo muchas gracias por escucharme.

miércoles, 2 de marzo de 2016

Historias de Nuestr@s Niñ@s del Agua: Axel



Nuestra Tania llora, recitaba en ruso Adriana, mi hija de siete años, cuando me llegó la historia de Tania y Axel, su bebé del Agua.

Llanto y dolor se mezclan irremediablemente en las Historias de las Mamás del agua. Dolor físico, dolor emocional y un llanto profundo que nace desde nuestro interior y se expande por cada una de nuestras células, por cada uno de nuestros pensamientos.

Nuestra Tania llora y todas las Mamás y Papás del Agua lloramos con ella.

Lloramos al sentir su dolor.

Lloramos de impotencia ante el trato recibido.

Lloramos ante los dilemas que la vida nos impone.

Lloramos por sus ilusiones perdidas,

por su alma adolorida y quebrada.

Lloramos por no poder conocer a Axel,

por no poder disfrutar de su presencia física.

Pero, nos queda su Amor, su recuerdo, su nombre,

su estrella en el firmamento.


Elena Mayorga

Ahora, es el momento de que Tania nos hable, os dejo sus palabras y el Amor infinito que siente por Axel, su dulce bebé del Agua.


Hola, mi nombre es Tania y esta es mi triste historia:
Yo he perdido a mi bebé con 21 semanas. En la eco de las 20 le detectaron una malmorfación cardiaca incompatible con la vida. Nos dijeron q se podía operar... A corazón abierto, nada más nacer, con riesgo a morir en la misma o en el postoperatorio. Con una calidad de vida en interrogante, cateters y más operaciones a lo largo de su vida... "Vosotros decidís" pero ha de ser ya para poder interrumpir el embarazo cuanto antes.... Una semana de incertidumbre, de tormento, indecisión... Tomamos la decisión de interrumpirlo.¿qué clase de padres por el egoísmo de ser padres le ofrecen una vida así a su hijo? ¿Qué padres pueden vivir con el miedo de que su hijo no despierte una mañana...durante toda la vida? ¿O corriendo en el patio? ...
Ha sido la decisión más dura y dificil de nuestra vida y el sentimiento de culpa siempre estará ahí.
Yo tb me sentí tratada como un animal. Me dieron las pastillas y me dejaron que el proceso fluyera solo... "Cuando tengas ganas de empujar empuja" si ves q sangras mucho avisas.. Más de 7 horas de dolor intenso, insoportable, como si me arrancaran las entrañas, sin descanso...con algún sedante ¿en serio?...imperceptible ante tanto dolor. Mi madre y mi marido con cara desencajada de verme gritar, llorar, pegar puñetazos a la pared y clamar al cielo pidiendo por favor que acabe el dolor ya.
Y entre tanto dolor...un pensamiento...lo siento mi amor, espero que lo entiendas y que algún día puedas perdonarme. Mami te quiere, no lo olvides, mami siempre te recordará. Lo siento en el alma...mi bebé.
Ante tal desesperación mi marido contacta con una conocida del hospital que desgraciadamente ese día no tiene que trabajar: por favor ayúdala a q termine este sufrimiento, habla con quién sea. Sangre, más dolor, ¿posibilidad de epidural? No, no entra en protocolo... Más sangre, más dolor, a nadie le importan mis gritos desgarradores... Como excepción te bajaremos a quirófano cuando quede libre. Más horas, la pesadilla continúa...
Es mi turno, estoy de suerte, "soy una privilegiada con el umbral del dolor bajo",parece ser...entro, me reciben dos ángeles, me limpian, me cambian el camisón, me quitan la cuña q llevaba más de 1 hora bajo el culo, me calman, me cogen la mano con fuerza, llaman a mi marido y esperando la epidural llegó el tan temido pero ansiado momento. Por fin acabaría este sufrimiento. Siento ganas de empujar... Empujo, grito con fuerza dejándome hasta el último aliento y al momento...cae sobre mi pierna...silencio...lo noto, es pesado, más grande de lo q pensaba. El cordón umbilical que nos unía lo cortan. Aquí nos separamos. Lágrimas. Hasta siempre mi amor. Mamá te quiere, no lo olvides. 
No soy capaz de mirar...más lágrimas.
Aunque parezca mezquino e insensible me siento tranquila. No aguantaba ya tanto dolor. Ansiaba que todo terminase.
Pero aún no ha acabado... Subo a planta. Falta la placenta. Más contracciones, más presión, aún no tienes derecho a descansar. 30 minutos más de malestar. Ganas de empujar... A ningún médico parece importarle lo que pueda o no pasar en la 349. Sale la placenta, yo la veo y sangre y más sangre...
Se digna a venir una enfermera, se alarma de ver tanta sangre. Se llevan la placenta. Oh!! La tensión cae. ¿Te mareas?. Corremos a reconocimiento, goteros, ecografías, apretón en el vientre porque no deja de sangrar...
Parece que la cosa mejora. Me siento arropada...por fin.
Subimos a planta...
Gracias porque este calvario ha acabado. 


José Carlos eres mi amor, mi vida, mi ilusión de cada día. Cuanto te quiero, que poco te lo digo... No sé que haría sin ti. 


Lucas, mi niño , mi luz, mi sol, mis ganas de seguir, mi motor, mi fuerza cada día para sonreir...tranquilo, volverás a poder ilusionarte con "tu bebé", a besar mi barriguita, acariciarla y abrazarla como hacías cada día. Tan solo espera a que esta oscuridad se disipe y la luna brille  tan fuerte que me guíe en este camino en el que ando algo perdida, algo vacía y enojada... Y me recuerde que hay toda una vida esperando a ser vivida... Con nuevas ilusiones, con nuevas sensaciones.


Pero eso sí, Luna, recuérdame que fui madre del agua, que lo sentí, que lo amé y lo perdí. Pero que en cada latido de mi corazón su presencia siempre estará.


En cada latido de mi corazón: Axel.


Tu mamá.

martes, 9 de febrero de 2016

Historias de Nuestros Niñ@s del Agua: Esteban


Algunas vidas son largas y parsimoniosas como la de las estrellas, los árboles o las montañas. Otras, son breves, fugaces, intensas como una lluvia de verano.

María es la Mamá de Esteban, un bebé que marchó rápido, como las gotas del rocío tras el amanecer. Esteban, sólo compartió diez horas, tras su nacimiento, con su Mamá y su Papá, pero esas diez horas, significan toda una vida, toda una eternidad. Su Mamá, María, ha tenido la amabilidad de compartir con nosotr@s la Historia de su Niño del Agua, Esteban.

Breve, fugaz, demasiado breve, demasiado fugaz, es el tiempo que comparten físicamente con nosotras nuestr@s niñ@s del agua. Sin embargo, el Amor es eterno, el Amor trasciende incluso al tiempo, va más allá de la lluvia, de las montañas, de las Estrellas, más allá de la vida. El Amor por nuestr@s pequeñ@s perdurará por siempre, en nuestros corazones, en nuestras almas, en la memoria del Universo.

Desde aquí agradezco a María su amabilidad por querer compartir su historia y la foto de ese momento tan intenso del encuentro físico con su bebé. Le agradezco el Amor y la generosidad que muestra hacia otras Mamás y Papás que están pasando por situaciones parecidas y necesitan sentirse apoyados y comprendidos.

Elena Mayorga

Os dejo con el relato de María Rohr, Mamá de Esteban:

Contar para que alguien se sienta identificado y yo pueda desahogarme un poco a eso se deben mis palabras, si se está aquí es porque hemos perdido un hijo eso está claro.
El 22 de Octubre nace Esteban mi primer hijo, luego de 9 años de relación fue nuestro bebe tan esperado. La felicidad de tener un hijo con la persona que queres y ver cómo crece dentro tuyo era una satisfacción impresionante “yo la madre de” que orgullosa que estaba. En la eco de las 12 semanas nos fue re bien nos felicitaron y todo, pero nada nos iba a preparar para el estudio de la semana 20, donde resulto estar todo mal, pasamos de hablar de curso de preparto a tu hijo es incompatible con la vida, no vas a ver chicos como el caminando por la calle porque simplemente no hay no llegan al año de vida, otros doctores me decían hay que ver si llora al nacer eso lo cambiaria todo y lo último que me dijeron va a vivir minutos. Así que.. que hacíamos?.. teníamos que comprarle o no ropa si iba a vivir minutos, dejamos de lado la cuna, el carrito y empezamos de estudios a más estudios, punción, inyecciones, resonancia, ecosonograma que ni siquiera sabía que existía un estudio llamado así. Igual no me importaba yo iba a ir las veces que me dijeran todo sea por él. Al final le compre un body rayado azul con un dibujo de una cigüeña en el pecho y en la semana 36 lo estreno, mi Esteban nació por cesárea. Chiquito era un muñequito cachetón, desganado verlo me hizo darme cuenta que iba a pasar eso que me decían y no me importo, el no vivió minutos vivió 10 horas en total era fuerte a pesar de su condición y fueron las 10 horas más lindas que pude haber pasado en esa habitación al fin tenía una familia de 3, sea lo que fuera felicidad o tristeza lo que sentíamos el reloj corría y su pulso bajaba.
Para mi no es un adiós es un “nos vemos pronto”, es más le dije en brazos que el día que yo partiera iba a ir a levantarlo e íbamos a hacer las cosas pendientes que no pudimos hacer en vida.

Me han preguntado si me enoje con el de arriba y si estaba bien un millón de veces, y te puedo decir que no me enoje con nadie simplemente entendí que él estaba de paso, yo estaba viva y el no pero igual el está en un mejor lugar, eso lo tengo claro, entendí que traer vida es un milagro y es más complejo de lo que pensaba, porque no todos salimos de la clínica con el bebe a otros nos toca irnos solos. Llorar si llore, lo llore más en panza que afuera y hoy a los 3 meses se me cae una que otra lagrima pero son las pequeñas cosas las que me entristecen.. el pensar que tendría 3 meses.. ver mamas paseando con el carrito.. pasar por una vidriera de ropa de bebe, ahí me doy cuenta que ese dolor está ahí y dudo que pase, pero hoy doy lo mejor de mí, por mi hijo que no está ese hombrecito de vida corta me cambio me hizo apreciar aún más la vida y entendí que estas cosas pasan más veces de las que uno se entera solo hay que sacar la fuerza que no sabías que tenías y no flaquear. 

Texto y Fotografía de María Rohr 
Si deseas ponerte en contacto con María puedes hacerlo a través de el correo que ns ha facilitado: rohrmaria@hotmail.com

jueves, 5 de marzo de 2015

Abrirse a la vida

Cuando perdemos a nuestros bebés caemos en un pozo de dolor, de tristeza, de desesperanza. La vida deja de tener sentido y no encuentras ánimo ni fuerzas para moverte. Cada paso supone un mundo. Cada acción que tenemos que realizar, nos parece casi inalcanzable. El día a día se asemeja a una pesadilla y nuestras escasas energías están concentradas en la ausencia de nuestro bebé, en el dolor, en el rememorar todo lo que pasó, en soñar con lo que iba a ser y nunca podría llegar a ser. 

Cuando perdemos a nuestros bebes nos sumergimos en el pozo de la pena, de la tristeza, del dolor.

Cuando murió mi pequeña Luna, esta semana se han cumplido ya tres años, recuerdo que me encerré en una concha. No quería saber de nadie, ni de nada. Confieso, que lo único que me mantuvo atada a la vida fuer el amor hacia mis hijas, la que se había ido y la mayor, que en aquel entonces tenía tres años, y hacia mi compañero de vida, mi amigo, mi amante. Ellos me hablaban, me cuidaban, me preparaban la comida, me animaban a salir. Yo desde mi concha, desde mis sombras, les contemplaba y les veía vivir y me hacía mucho bien tenerles a mi lado derramando sobre mi su inmenso Amor.

Durante años, me mantuve en mi concha, me daba miedo salir de ella, había sufrido demasiado, todo me afectada en exceso, las penas aún se me hacían más grandes, los problemas me parecían terribles, las alegrías las bebía a pequeños sorbos, había perdido, con la muerte de mi hija, la capacidad de sentir con intensidad. Sólo el Amor en mí era fuerte y constante. Amaba profundamente a mis hijas, a mi compañero, a mis hermanos, a mis amigos. El Amor me mantenía atada a la vida y poco a poco, a medida que yo iba asumiendo mi realidad, me iba tendiendo un hilo para abandonar mi concha, mi pozo de sombras.

Con el paso del tiempo, comprendí que si quería volver a vivir, tenía que abrirme a la vida, tenía que arriesgarme, lanzarme, perder el miedo. Así que, decidí abandonar mi concha, tiré con fuerza del hilo y aquí estoy, viviendo de nuevo cada experiencia con profundidad e intensidad. Durante años me perdí en el pozo, ahora, me he vuelto a encontrar y día a día, me esfuerzo por cuidarme, por salir adelante, por vivir.

Mamá, Papá, a pesar de toda la inmensa tristeza, a pesar del enorme dolor que sientes en estos momentos, sé que con el paso del tiempo, la vida te enviará muchos mensajes ahí donde te encuentres, en tu pozo, en tu concha, escúchalos, deja que poco a poco, a medida que te vayas viendo preparada, te calen, penetren en ti, no le cierres el paso para siempre a la vida y ahora, en estos momentos de angustia, recuerda, concéntrate en el Amor, el Amor es nuestro más preciado salvavidas.


Elena Mayorga
Pintura: FranÇois Fressinier