Las situaciones por las que
pasamos los días posteriores a la marcha de nuestro amado bebé, son variadas y
todas, además de sorprendentes, enormemente dolorosas: amigos que, tras
enterarse de lo ha sucedido, desaparecen de nuestras vidas sin volver a dar señales;
personas que te cambian continuamente de conversación y no te dejan hablar de
tu pena; familiares que no te prestan un hombro en el que llorar e intentan
minimizar el dolor haciendo ver cómo que nada ha sucedido... Como éstos, son
muchos los desagradables trances por los que las madres y los padres tenemos
que pasar tras la pérdida de nuestro amado Niño del Agua.
Ya he escrito en alguna ocasión que
no creo que nadie reaccione de esta manera por maldad, lo hacen porque ellos
mismos no pueden enfrentarse emocionalmente a la muerte de un bebé, o porque
hace tiempo sufrieron una pérdida y no la asumieron, o por falta de empatía, o
simplemente, por desconocimiento, piensan que si no se habla del tema, la madre
“olvidará” más rápido lo sucedido y, en poco tiempo, estará lista para reanudar
su vida. Sin embargo, qué dañina es la ignorancia.
Para unos padres que han sufrido
una pérdida no hay nada más necesario y terapéutico como el poder hablar de su
bebé, de los momentos pasados juntos, de sus emociones, de sus sentimientos
tras su marcha. Los padres necesitamos, para poder elaborar un duelo sano,
hablar, hablar y hablar. Y para poder hablar, también necesitamos encontrar a
personas empáticas y comprensivas que nos acompañen en nuestro dolor de forma
respetuosa, sin juzgar, ni opinar. Las madres necesitamos que nos oigan otras
madres que se duelan con nosotras de nuestra pérdida, que sean conscientes,
aunque ellas mismas no hayan pasado por esta situación, de todo lo que hemos
perdido con la desaparición física de nuestro bebé. Los padres necesitan que
otros padres les escuchen y les consuelen por el enorme dolor que están
sufriendo, por las ilusiones perdidas, por lo que no ha sido y nunca podrá ser.
Madres, padres y hermanos, todos,
necesitamos hermanas y hermanos del corazón que nos recojan de nuestro estado
de soledad y dolor, que nos sostengan y nos acompañen en nuestro camino de
asunción de nuestra pérdida. Estas hermanas o hermanos del corazón los
encontraremos en nuestra Doula, en algunos amigos y/o muy muy especiales, en
otras madres y padres que pasaron por el mismo trance y nos prestan su
necesaria ayuda, en blogs, y en grupos de apoyo virtuales y reales.
Todos los grupos y asociaciones de crianza
deberían plantearse tener una sección de acompañamiento a madres y padres que
hayan sufrido pérdidas. Las pérdidas gestacionales y perinatales son más
frecuentes de lo que pensamos, son muchas las personas afectadas y sería un gran bien social el que existieran más grupos presenciales en el que los padres pudieran
hablar libremente de su pena. Grupos abiertos a todas las madres que han
sufrido pérdidas (independientemente de cómo se produjeron), libres de juicios
y opiniones.
Desde Niños del Agua, con el
patrocinio de la Asociación Junto a tu Doula, que tan gentilmente nos ha
ofrecido, en el Rincón de la Victoria, Málaga, un lugar de reunión, hemos
decidido crear un grupo de apoyo presencial para madres y padres que han pasado
por este terrible trance. Nos reuniremos una vez al mes para
poder hablar, en libertad y sintiéndonos apoyadas/os, de nuestras pérdidas.
Si estás interesada/o en acudir
estás invitada/o, tendremos la primera reunión a mediados o finales de Octubre, os informaremos más adelante de la fecha exacta.
Puedes plantearnos todas tus
dudas y preguntas a través de nuestro correo electrónico:
O en nuestro grupo de Facebook: https://www.facebook.com/NinosdelAgua
¡Qué gran verdad! Yo tuve una pérdida hace casi 5 años,era mi segundo embarazo, mi hijo mayor tenía por entonces 4 años y yo estaba de 8 semanas. Hacía dos días que le había visto en la eco, con su corazón latiendo normalmente. Y es que lo dices, no pude hablar de esto con nadie, fue como si nada hubiera pasado y yo necesitaba hablar y que me escucharan. Por fortuna me quedé embarazada de nuevo muy pronto pero nunca olvidaré a mi niñ@ del agua, me parece una definición preciosa para esos bebés que sólo vivieron en nuestro vientre.
ResponderEliminarQué tristeza tan enorme el perder un bebé y no poder expresar tu pena. La sociedad a veces es cruel, sin intención de serlo pero cruel.
EliminarMuchas gracias por haberte pasado por la casa de los Niños del Agua.
Un abrazo muy fuerte,
Elena
Hoy precisamente, buscando unos papeles, he encontrado la eco de mi niñ@ del agua y he estado mirándola un rato. Me alegro de haberme hecho aquella eco, al menos sé que esa personita vivió y su corazón latió dentro de mí aunque sólo fueran unas pocas semanas.
EliminarFelicidades por el blog, seguro que ayuda a muchas madres :-)
Qué bonitos son los recuerdos de nuestros bebés del Agua. Estuvieron con nosotros, aunque fue brevemente, se marcharon físicamente de nuestro lado,pero nos acompañarán toda la vida.
EliminarUn abrazo muy fuerte Silvia,
Elena
la gente piensa q no es nada, eres joven, ya tendras mas...y los siete meses que estuve esperandola?d un dia a otro no se olvida!que duro es verte cn barrigon y al dia siguiente sin nada...ojala la gente fuera mas empatica o almenos estuvieran callados...que daño hacen!genial iniciativa la del grupo a mi lo q mejor m vino fue hablar cn gente que le paso lo mismo!besitos
ResponderEliminarGracias amiga por tu comentario. Conozco bien las frases que me comentas, no ayudan en nada y se clavan en nuestro corazón como puñales.
ResponderEliminarPoder hablar y desahogar tu pena con gente empática y comprensiva, como con la que tuviste la suerte de encontrar, es muy terapéutico y yo diría que imprescindible para poder elaborar un duelo sano.
Un abrazo muy muy fuerte,
Elena
Estamos deseando poder compartir con vosotros en persona esos momentos de recuerdos, de añoranzas, de lágrimas y de amor por los nuestros niños del agua. Os esperamos con los brazos y los corazones abiertos. Un abrazo
ResponderEliminarHola, verdaderamente alabo la gran iniciativa con la que este blog empieza su andadura. Ojala hace diez años cuando pase por la terrible experiencia de perder a mis hijos, incluida mi niña del agua de 27 semanas de gestacion, hubiesen existido espacios como este en el que poder expresar nuestro dolor y sentir esa comprension y apoyo que nos es negado. Lamentablemente solo los que hemos pasado por una perdida de este tipo podemos apoyarnos y comprendernos, ya que para resto de la sociedad el duelo del tipo que sea es un tabu, es estar unos meses triste y luego actuar como si nada hubiese pasado. Pero esto no es asi y tenemos que lidiar no solo con la perdida de nuestro bebe sino tambien con con una baja autoestima que afecta a nuestra identidad como mujer. Hace poco puse en marcha un blog llamado construir desde la adversidad y en mi ultima entrada hablo del tema de la maternidad truncada desde mi propia experiencia.Os dejo en enlace por si fuera de vuestro interes.http://construirdesdelaadversidad.blogspot.com.es/
ResponderEliminarUn abrazo y gracias por esta iniciativa
Isolda agradezco muchísimo que te hayas pasado por nuestro blog y el enlace a tu página, que está ya ayudando a tantas y tantas personas que han sufrido la pérdida de uno o más seres queridos.
ResponderEliminarAl marcharse una persona cercana y amada, perdemos parte de nuestra identidad, sufrimos un grave desequilibrio emocional y físico, y en parte, por ello, acabamos acusando una bajada de nuestra autoestima. Si a este terrible trauma, le unimos el hecho de que nos nieguen la palabra y el desahogo, el pozo de tristeza, baja autoestima y daño en nuestro yo se vé incrementando.
No podemos asumir nuestras pérdidas, si no elaboramos un duelo sano que nos ayudará a encontrar un nuevo equilibrio en nuestra vida. Si las personas que nos rodean, en vez de ayudarnos nos ningunean, el daño es doblemente mayor. Como comentas, las personas que han pasados por experiencias parecidas suponen una gran fuente de ayuda.
Un fuerte abrazo y de nuevo gracias por el enlace y por pasarte por nuestro blog.
Gracias por este espacio y estas palabras. Pase mucho tiempo para darme cuenta lo triste que estaba pero el hablarlo cambio todo.
ResponderEliminarNormalmente no me gusta dejar ligas de mi blog pero quiero compartir lo que yo escribí acerca de mi perdida para que le sirva a alguien más.
Mi primer embarazo, mi primera perdida http://www.mamamoderna.com.mx/2010/07/mi-primer-embarazo-mi-primer-perdida.html
Un abrazo,
Susana
Querida Susana muchísimas gracias por tu comentario y por por enlace a tu historia.
EliminarComo todas las mamás que han sufrido una pérdida, pasasteis por una situación durísima, maximizada por el hecho de que tu marido estaba trabajando fuera. Tuviste una fuerza de voluntad tremenda para seguir adelante y para, con el tiempo, terminar de elaborar el duelo por tu bebé.
Te envío un abrazo enorme, de corazón a corazón.
Elena
Gracias por esta iniciativa. Ha hecho 6 años desde mi pérdida y, tal vez (sólo tal vez porque nunca se sabe) si hubiese tenido un sitio como este, me hubiera recuperado mejor. Lo mío ni siquiera fue un niño como tal. Ni siquiera pude verle...su crecimiento paró muy tempranito y me quedé vacía...yo estuve embarazada 8 semanas y cuando fuimos al ginecólogo y vimos que el bebé no estaba...creí morir. Huevo anembrionado lo llaman. Aún al recordarlo me duele en lo más profundo. Dos días después empecé a manchar, y la pequeña esperanza (que yo sabía que era irreal, pero no podía evitar) se fué. Guardé la ecografía de "mi huevo" durante al menos año y medio. Y cuando empecé a ir a mi psicóloga porque no podía más con mi tristeza, mi estrés y mi no volver a concebir...entonces me despedí de él (de mi Miguel) e intenté comenzar el cambio, junto a mi niña mayor (que tanto me necesitaba) y mi marido. Ahora tengo a mi pequeña Paula que creo que lleva parte del espíritu de ese niño perdido antes de ser...
ResponderEliminarQuerida Virginia, muchísimas gracias por permitirnos leer unas palabras llenas de tanto Amor hacia ese pequeño bebé que se fue demasiado pronto.
ResponderEliminarAunque tu bebé era muy pequeño cuando se marchó, tu amor por Miguel, tus ilusiones y tus expectativas eran infinitas.
Qué jerga tan fea la de los ginecólogos, y nos la espetan a las madres sin tener la más mínima consideración. El nombre no va a cambiar el resultado final, pero al menos podían tener un poco de tacto, para ti era tu bebé y lo seguirá siendo por siempre. Y desde luego, no dudes que su espíritu estará por siempre con todos vosotros, los Niños del Agua son seres muy muy especiales.
Un abrazo fuerte y cálido querida Virgina y de nuevo gracias por compartir con nosotros.
Comentarios tan desagradables...ya tendras mas eres muy joven...si tienes otro ya! Pero bueno oiga...q se me ha ido mi hijo mi bebe...esto no es un pollito de colores q se muere y vuelves a por otro...q facil desde la ignorancia...olvida ya te dicen...se te clavan las palabras como si de puñales se trataran...a mas de una la pondria en mi situacion...iban a ver y sentir lo q es perder un hijo teniendolo en tu ser ocho meses y medio...
ResponderEliminarRecibir todos esos comentarios tan poco afortunados, no dejarnos hablar, cambiar de tema, todo esto incide en nuestro dolor, nos lo clava aún más en nuestro cuerpo y en nuestra alma y nos hace sentir peor.
EliminarSiento que hayas tenido que escuchar todas esas palabras. Tu hijo era tu precioso bebé, tu vida, tus ilusiones, siento mucho tu pérdida. Te envío todo mi cariño y comprensión,
Elena
Comentarios tan desagradables...ya tendras mas eres muy joven...si tienes otro ya! Pero bueno oiga...q se me ha ido mi hijo mi bebe...esto no es un pollito de colores q se muere y vuelves a por otro...q facil desde la ignorancia...olvida ya te dicen...se te clavan las palabras como si de puñales se trataran...a mas de una la pondria en mi situacion...iban a ver y sentir lo q es perder un hijo teniendolo en tu ser ocho meses y medio...
ResponderEliminarQué cierto todo lo que dice este blog. Mañana hace 5 meses que se fue mi Ana, mi primera hija, se marchó a los 6 meses de embarazo. Y mi marido y yo siempre la vamos a recordar, la vamos a querer aunque vengan otros hijos, y nunca dejamos de hablar de ella. Sé que mucha gente no nos entiende, pensarán que debemos olvidar, pero me da igual , mi hija se merece que la recordemos siempre.
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