Nadie
que no haya vivido directamente en sus carnes el fallecimiento de un hijo,
puede llegar a captar la inmensidad de la pena, la profundidad del dolor y el
agónico desgarro que supone perder a nuestros bebés. Aunque en nuestro
diccionario existen miles de palabras, resulta imposible describir todos los
estados emocionales que se viven en esos momentos de pura realidad en los que
todo nuestro mundo se rompe desmoronándose en millones de pedazos.
También
nuestras almas se quiebran y desde esos momentos, unas heridas indelebles nos
acompañan de por vida. Con el tiempo, asumimos nuestras pérdidas, transformamos
nuestra cotidianidad, y el dolor y el sufrimiento lo cambiamos por Amor, pasamos
a ser las Madres Mariposa.
Os
dejo con el testimonio de Vanessa Barranco Expósito, quien vívidamente nos
muestra el impacto que supuso para ella la marcha de su bebé David a las 38+5
semanas y cómo fue su parto, el regreso a casa y su transformación en Madre
Mariposa. No dejéis de leer este conmovedor relato.
(Vanessa
está preparando un blog sobre pérdidas, Acunándote en mis sueños, que en cuanto esté terminado os pasaremos el
enlace).
Y justo cuando la oruga pensó
que era su final ...se transformó en mariposa…
De siempre fui muy sensible, con facilidad me emocionaba y rompía a llorar , incluso a veces me veía como un bicho raro, y cuando perdí a mi único hijo David aún más . Salí del maternal además de físicamente agotada también emocionalmente..totalmente rota y desgarrada por dentro..con los brazos vacíos. Todo empezó ahí cuando vi a otros papás saliendo del hospital con sus bebés liados en sus toquillas , sus caras lo decían todo, al fin tenían a sus hijos con ellos ¿que mejor podía pasarles?, ahora habían visto cumplido su sueño de ser padres . Nosotros también lo éramos pero de una forma tan diferente.. padres de un precioso pequeño ángel en el cielo,un recién nacido al que no tendríamos la posibilidad de cuidar, nutrir de amor, ver crecer ..nos perderíamos todo lo que soñábamos con hacer junto a el .
Subiendo en coche hasta casa apoyé mi cabeza sobre el cristal , esa sensación de angustia y cansancio se apoderó de mi alma .., mi vida podía sentirla como en ruinas completamente ..faltaba la pieza más importante en mi puzzle , se había perdido y yo procuré cuidarla para que no sucediera así pero pasó y yo me sentía con una impotencia enorme .Miré a David,mi marido, un hombre encantador a quien le agradezco haberme llenado de infinito amor durante estos maravillosos casi nueve años que llevamos juntos , y pensaba en el estupendo padre que hubiese sido, la vida le quitó a su padre Alfonso hace unos años , y ahora le quitaba a su hijo también ...su cara lo decía todo , nos miramos y sin cruzar palabra alguna hablamos de nuestro dolor.
Entonces empiezas a ver cochecitos por todos sitios , te da la sensación que incluso mucho más que antes, y te preguntas también qué hicimos mal para que la vida no lo ponga nada fácil..
Hacía
un día soleado , David hubiese estado en mis brazos envuelto en la
toquilla celeste que le teníamos preparada para su salida y sentiría sus
primeros rayitos de sol , andaríamos de un lado para otro de
paseo..pero nada de eso sería ya posible.
Vuelves a casa , y sientes aún más vacío , y
un llanto que no te deja ver , lo poco que consigues hacerlo te
adentra en la locura . No le diría con voz llena de vitalidad y felicidad a mi
hijo¡ bienvenido a casa mi vida!, ni le enseñaría su cuarto, aquel que con
tanto amor pusimos de dulce su papá y yo . Todos aquellos peluches , cuentos y
nanas que le estaban esperando ... ahora su cuna se había quedado montada y
vacía , todo aquello me desgarró y pensarlo hoy y en muchas ocasiones me
destroza ...te sientes tan frágil ..como si tu vida dependiera de un hilo
que está a punto de romperse.
Mi cuerpo no aguantó más y se dejó caer sobre las rejitas de su cuna, y abrazada a su peluche lloré hasta el cansancio .. después me fui a la cama y traté de dormir pero el silencio de casa me hacía sentir aún más infeliz , no lo sentía llorar , ni reír ..nada ...tampoco a su papá cantándole lindas canciones como la del pollito pío pío que tanto le gustaba ...tampoco me llegaba ese rico olor a bebé , ni a esas colonitas después de un baño placentero para él .
Es increíble todo lo que soporta el cuerpo y la mente . Aún no me lo creo que a pesar de todo lo vivido y lo que por desgracia aún seguimos pasando, tengamos FUERZA para seguir en el día a día su papá y yo. Sé que todo es gracias a mi ángel en el cielo , él nos da la fuerza desde que nos dieron la peor noticia que nos podían dar, cuando una parte de mi podía llegar incluso a sentir que se iba junto a el en medio de la desesperación ,¿ cómo olvidar la herida tan profunda que sufrió nuestros corazones ?.
Mi cuerpo no aguantó más y se dejó caer sobre las rejitas de su cuna, y abrazada a su peluche lloré hasta el cansancio .. después me fui a la cama y traté de dormir pero el silencio de casa me hacía sentir aún más infeliz , no lo sentía llorar , ni reír ..nada ...tampoco a su papá cantándole lindas canciones como la del pollito pío pío que tanto le gustaba ...tampoco me llegaba ese rico olor a bebé , ni a esas colonitas después de un baño placentero para él .
Es increíble todo lo que soporta el cuerpo y la mente . Aún no me lo creo que a pesar de todo lo vivido y lo que por desgracia aún seguimos pasando, tengamos FUERZA para seguir en el día a día su papá y yo. Sé que todo es gracias a mi ángel en el cielo , él nos da la fuerza desde que nos dieron la peor noticia que nos podían dar, cuando una parte de mi podía llegar incluso a sentir que se iba junto a el en medio de la desesperación ,¿ cómo olvidar la herida tan profunda que sufrió nuestros corazones ?.
¡
Jamás lo haremos! ¡pero le tengo que dar tantas veces las gracias! .También por
enviarme tanta fuerza el día del parto. Aunque ya dormía en mi vientre en un
sueño tan profundo ,siempre me acompañó. Yo no paraba de repetir que no podría
hacerlo , me sentía incapaz de hacerlo sabiendo que David nacería sin vida, no
le vería los ojitos abiertos , ni escucharía su llanto .., tampoco vería como
el tratara de agarrarse a mi manita , o buscando mi pecho para empezar a mamar
.., pero cuando pensé que era mi final el abrió sus alitas y con fuertes
destellos de una luz mágica me ayudó a empujar.
David mi marido ayudó en el parto de nuestro hijo ya que mi matron le dio la posibilidad de hacerlo y él la aprovechó al máximo . Él me decía¡ tú puedes cariño! , ¡ya le veo el pelillo! entre lágrimas y sonrisas , y a las 22:30h nació David , el 16 de mayo del 2013 , pesó 3 ,300kg , un niño precioso de pelito rizado como el de su mamá , y una boquita pequeñita como la de su papá , le miré bien , quería que mi mente pese al dolor tan horrible que sentía memorizara cada rinconcito de él , y entonces cuando mi marido me lo puso en el pecho tras besarle me dediqué a besarlo yo también y observarlo ..,era demasiado perfecto .Aunque me costaba admitirlo sentía que era todo un ángel, tan lindo y puro como son ellos, tenía unas uñitas preciosas también , y las manitas ., su piel era suave y su olor jamás podría olvidarlo , el olor del líquido amniótico,¡ me sentía tan desgraciada! con un sabor agridulce , porque después de casi llegar a las 39 semanas y faltándonos tan poquito para tenerle con nosotros , ¡todo se marchitó !. Traía tres vueltas de cordón en el cuellecito , y esa según los médicos pudo ser la causa.
David mi marido ayudó en el parto de nuestro hijo ya que mi matron le dio la posibilidad de hacerlo y él la aprovechó al máximo . Él me decía¡ tú puedes cariño! , ¡ya le veo el pelillo! entre lágrimas y sonrisas , y a las 22:30h nació David , el 16 de mayo del 2013 , pesó 3 ,300kg , un niño precioso de pelito rizado como el de su mamá , y una boquita pequeñita como la de su papá , le miré bien , quería que mi mente pese al dolor tan horrible que sentía memorizara cada rinconcito de él , y entonces cuando mi marido me lo puso en el pecho tras besarle me dediqué a besarlo yo también y observarlo ..,era demasiado perfecto .Aunque me costaba admitirlo sentía que era todo un ángel, tan lindo y puro como son ellos, tenía unas uñitas preciosas también , y las manitas ., su piel era suave y su olor jamás podría olvidarlo , el olor del líquido amniótico,¡ me sentía tan desgraciada! con un sabor agridulce , porque después de casi llegar a las 39 semanas y faltándonos tan poquito para tenerle con nosotros , ¡todo se marchitó !. Traía tres vueltas de cordón en el cuellecito , y esa según los médicos pudo ser la causa.
No quiero ni que me pase por la cabeza que mi hijo haya podido sufrir en algún momento , porque eso acabaría conmigo.
No
podía dejar de mirarle , y hubiese pasado toda una vida con él , pero tras
acunarle un tiempo en mis brazos , y presentarlo a mi familia más
cercana , nos despedimos de él con un hasta siempre .., dándole las
gracias por todos los momentos que nos regaló de eterna felicidad , y por
habernos nutrido tantísimo de amor y enseñarnos que la vida podía ser mucho más
linda .
No me hizo falta verle más de lo que le vi para amarle como le amo, tampoco me hizo falta oírle decirme mamá , con tan solo gestos me lo dijo todo y enseñó todo.
No me hizo falta verle más de lo que le vi para amarle como le amo, tampoco me hizo falta oírle decirme mamá , con tan solo gestos me lo dijo todo y enseñó todo.
Gracias por todas esas pequeñas cosas , que para mí eran tan grandes.
Te queremos bebé lindo, siempre nuestro pequeño ángel .
Blog: Acunándote en mis sueños (en preparación)
Entrada: De oruga a mariposa
Autora: Vanessa Barranco Expósito
Leí todo y no puede evitar llorar, me imagine todo la escena, un abrazo para ti, no tengo palabras, Dios te bendiga y créeme un Día volverás a ver a David :)
ResponderEliminarHermosos tu relato q pude sentir en mi alma. Yo también tengo un angelito en el cielo.
ResponderEliminarDía te bendiga.
Vanesa, no he podido contener las lágrimas durante toda la lectura de tu relato. Posiblemente ha sido por lo reflejada que he visto mi vida en tus palabras. El pasado 24 de mayo de 2015, era un día muy especial, el cumpleaños de mi marido. Yo había salido de cuentas, estaba embarazada de 40 semanas y 3 días. Mi hija, Azahara, estaría ya muy pronto entre mis brazos. Por el contrario, todo lo que parecían ser buenas noticias, se truncaron en apenas minutos. A las 12 de la mañana había tenido ya 3 contracciones, aunque eran espaciadas, cada 2 horas. La matrona nos había explicado que debíamos acudir al hospital cuando se repitieran cada 5 minutos. Sin embargo, algo no iba bien, o al menos eso intuyó mi marido cuando vio que en esta última contracción los dolores me invadían y casi no tenía fuerzas para vestirme. Rápidamente nos fuimos al hospital. En menos de 10 minutos me estaban explorando. Algo sucedía.... Lo supe cuando escuché susurrar a los médicos sobre cuántos latidos se oían. Mi cuerpo se estremecía de dolor, pero no era nada comparable con el dolor que sintió mi corazón. El día más feliz de nuestra vida, se convertiría así en el más triste. Mi pequeña había dejado de vivir, su corazoncito se había parado. Nos explicaron que la placenta se había desprendido y que ya no se podía hacer nada. Unidos en un profundo llanto, lloramos por nuestra hija, por su pérdida y por todo el futuro que habíamos imaginado junto a ella. Yo no podía creerlo, por qué? Por qué a nosotros, por qué a mí. Si mi niña había estado bien hasta el último momento.....A pesar de la rotundidad de las palabras de los médicos, fui incrédula hasta que la tuve entre mis brazos. Albergue la esperanza hasta el último momento, hasta que comprobé que no respiraba, esperaba que fuera como en las películas, o en esos videos en los que ocurre un milagro cuando el bebé siente la respiración y el calor de su mamá. No podía parar de llorar, el dolor me estremecía. Su carita, sus manos y pies....era tan perfecta.... Siempre imaginábamos cómo sería y a quién se parecería. Después de despedirnos de ella, una pena infinita invadía nuestros corazones. Cuando llegamos a casa nos sumimos en un abrazo inmenso, sintiendo que ya nada tendría sentido. Todo el mundo nos intenta aliviar diciéndonos que somos jóvenes y que otro vendrá, pero cómo explicarles que yo a quien quiero tener es a mi niña?? Sé que me hará bien intentar ser mamá, pero nunca sustituirá a mi preciosa Azahara. Además....Cómo superare el miedo? Poco a poco, gracias a los que nos rodean, estamos saliendo adelante, aunque no pasa un sólo día en el que no llore por mi niña. Quiero recuperar la ilusión de ser madre sin sentir este miedo que se apodera de mí. No sé si lo lograré, lo que sí sé es que a mi hija no la olvidaremos jamás, siempre estará en nuestro corazón. Su vida fue corta pero sé que feliz, porque su papá y yo, la quisimos y la cuidamos desde que supimos de su existencia. Te queremos hija, siempre en nuestro corazón, Azahara.
ResponderEliminarBea, te envío todo mi cariño, todo mi apoyo, toda mi comprensión.
EliminarUn abrazo muy muy fuerte,
Elena
Beà, me paso exactamente lo mismo, hace dos semanas, con 40+4 todo iba bien, faltaba poco para conocer a mi bebita, empecé con contracciones, al igual que tú, esperé a que fueran cada 5 minutos, ya que eso es no que te dicen que hagas, pero pasaron de ser de 10 min a 5, 3 min súper desprdenadas, en 15 min estábamos en e hospital, al llegar allá, muy felices a que estaba poco para conocer a mi princesita, todo se desmonoro cuando no le encontraron latidos. Gritaba y lloraba, preguntaba que paso si todo iba tan bien, hace unos días escuche su corazón latir, el peor día de mi vida...luego del parto pudieron ver que se había desprendido la placenta y todo indicaba que ya llevaba varias horas asi...aun no puedo recuperar me de este dolor y cuando pienso positivo para seguir adelante el dolor me invade nuevamente, solo espero aprender a vivir con este dolor de no poder ver crecer a mi princesita
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