martes, 25 de marzo de 2014

Historias de Nuestros Niños del Agua: Ignacio



El sentimiento más puro de nuestras vidas es el Amor. El Amor a nuestras parejas, el Amor hacia nosotras/os y sobre todo, el Amor hacia nuestros bebés, hacia nuestras pequeñas y pequeños. Por Amor, las madres y los padres realizamos las mayores hazañas, superamos los mayores restos y somos capaces de tomar las decisiones más desgarradoras. Por el Amor infinito que sentimos por nuestros hijos, somos capaces de sacrificar nuestro corazón, de dejar que se rompa en mil pedazos.

El Amor es el motor que nos ayuda a movernos, a seguir hacia adelante cuando perdemos a nuestros bebés. Sólo el amor infinito que sentimos por ellos nos empuja a poner un pie delante del otro y a seguir caminando, muy despacito, muy tímidamente, tras su marcha.

Elena León es una Mamá del Agua amorosa y dulce a la que las circunstancias de la vida le depararon una prueba de Amor desgarradora. Las madres y los padres del agua a veces tenemos que tomar decisiones extremas, sólo el Amor infinito e inquebrantable hacia nuestros hijos nos ayuda a poder tomarlas.

Elena ha querido compartir con nosotras una carta que le envió a su pequeño Ignacio varias semanas después de su marcha. Con todo el dolor del mundo, con todo el Amor del mundo, Elena le habla a su pequeño desde el corazón. Un corazón dulce, valiente, luchador que ahora está desgarrado y necesita recomponer.

Elena, desde aquí te envío todo mi cariño, sé por todo lo que tuviste que pasar y es demoledor. El Amor infinito hacia Ignacio es tu mayor tesoro y estará por siempre en tu hermoso corazón.


Texto: Tú llegada a nuestras vidas

Autora: Elena León





Tú llegada a nuestra vida...


Viernes, 18 de Octubre nuestro día más feliz. Supimos que venias en camino cuando aún eras la cosita más chiquita pero como eras de grande a la vez. Nos causaste una felicidad inmensa e inmediatamente empezaron nuestras vidas a girar en torno a ti. Empezamos a imaginarnos como sería todo de ahora en adelante y comenzó la espera más grata de la vida.. Tú llegada. Fueron pasando los días y con ellos aumentaban nuestros nervios de saber cómo estabas, y es que después de tener una perdida con solo 11 semanas, era imposible no sentir miedo con cada manchita. Cuando por fin llego el día en que pudimos escuchar los latidos de tu corazón. Sentimos Paz, tranquilidad y muchísima felicidad de saberte bien, pues luego de un año de tristeza por fin vendrías a nuestras vidas tú nuestro tan anhelado primer bebe.

La emoción que teníamos era tan grande que comenzamos tu papi y yo a comprar tus primeras cosas, primeras ropitas, pensar en nombres, y también comenzamos a recibir regalitos. Nos sentíamos muy felices. Todo debía haber permanecido así, pero no lo fue!


Inocentes de todo!


Todo marchaba bien, o al menos eso pensábamos, pues tenía todos los síntomas normales de un embarazo y a pesar de lo intenso que era, me hacía feliz sentirlos. Fue la mejor navidad que he vivido hasta ahora pues estabas conmigo, recibimos un año nuevo deseando solo cosas buenas para ti... pues nuestra vida ahora eras TU!!

Comenzamos un nuevo año tan felices, lleno de puras cosas hermosas y maravillosas... y con el pasar de los días ya te hacías notar más grandecito en mi vientre. Contábamos los días para nuestra consulta médica y así poder verte otra vez. Llegó el día tan esperado, cuatro meses ya tenías en mi vientre, fuimos con la esperanza de conocer si serías nuestra princesa o nuestro príncipe; pero no pudimos verte, nos dijeron que había poco liquido (yo no entendía la gravedad de esto aún) solo te veía en esa pantallita moviéndote y latiendo a millón, nunca pensé en algo tan malo. Luego nos dicen que tienes dos higromas en tu cuellito que eso no debería estar allí, que hay que hacer un eco especial para ver mejor, pero que en algunos casos esos higromas tienden a desparecer. Comenzamos a preocuparnos; sin embargo mi amor, salimos de allí pensando que todo estaría bien. Tendríamos que esperar una llamada confirmando una fecha para poder verte en un eco especial.

Llegamos a casa sin pensar cosas negativas, total, después de haber vivido ya una pérdida ¿nos volvería a pasar? NO! no podíamos ni pensar en esa posibilidad.. no después de haberte visto. Pedimos a Dios con toda nuestra fe y nos dispusimos a esperar la llamada del Doctor. Fueron días de espera, que parecieron una eternidad!!

La llamada



Llego la llamada y con ella una cita para un llamado eco especial; aun en nuestras mentes y corazones solo habían pensamientos de esperanza y fe, solo optimismo y solo nos decíamos que al ser un eco más detallado y especial tendríamos que saber que eras. Al llegar el día solo estábamos invadidos de nervios, pasamos horas y horas sentados esperando para verte, cuando por fin te tenía en la pantallita lo primero que busque fue tu cuellito y aún estaban allí esas manchas oscuras, solo las veía, cuando comencé a escuchar a una Doctora diciendo cosas que ni entendía (Higromas, Oligoamnios, Ascitis, y muchísimas cosas más) no tuvo el mínimo tacto para explicar en ese momento lo que yo al comenzar a escucharla entendí, Tu no estabas bien!! En ese momento se empezó a romper mi corazón en mil pedazos, miré a tu papa y pude ver que estaba como en shock, su mirada me decía que no entendía o no aceptaba, no asimilaba nada. Muy duramente nos dijeron que por las características que veían podrías tener Síndrome de Down, pero que eso era lo menos grave.

No nos dieron esperanzas de vida para ti, solo dijeron que el pronóstico no era nada bueno y comenzaron a hablar de una interrupción del embarazo lo más pronto posible, sobre lo cual nosotros tus padres debíamos decidir. Hablaban de una amniocentesis y de futuros embarazos, yo no podía ni quería pensar en futuros embarazos por Dios! Solo te quería a ti...  En ese momento con tantas cosas en la cabeza y yo pensando que no, no, que no estaba pasando, solo pensaba que algo podría cambiar. Salimos todos callados de ese consultorio y después de reaccionar solo pude llorar.

Pedimos nuevamente a Dios intercediera por ti. No podíamos rendirnos.... te queríamos (Y siempre seguiremos queriéndote con nosotros)....

La decisión más difícil



Ignacio, quince días... tal vez más, tratando de explicarte, de escribirte, atreverme a pensar en aquellos días tan difíciles y oscuros, llenos de sentimientos encontrados. Días en los que debíamos decidir acerca de ti mi bebe. Fue algo muy duro, muy fuerte para nosotros tomar la decisión de dejarte ir; hicimos todo lo que estuvo en nuestras manos (exámenes, consultas y lo que fuese necesario), ¿lo demás? Lo dejamos en manos de Dios.

Nada fue positivo, solo el amor que sentíamos y sentimos por ti, ese amor que nos llevó a tomar la mejor decisión; si bien no fue la mejor para nuestros corazones, si lo fue para ti, para tu bienestar, para tu paz y tu felicidad.  Y es que desde el primer instante en que supimos de tu bendecida existencia, fuiste siempre nuestra prioridad, nuestro motivo, nuestro Todo!

Muy por encima de nuestro dolor como padres, a pesar de quererte a nuestro lado para siempre, decidimos que no queríamos para ti una vida llena de limitaciones, de doctores, de tubos, inyecciones, y mucho menos lágrimas y dolor, preferimos vivir nosotros el dolor, el vacío, el hueco enorme en nuestros corazones y dejarte volar libre, con la compañía de Dios y todos los angelitos del cielo.

Volaste alto, muy alto!



05 de febrero 2014, fecha que jamás olvidaré. Debía traerte al mundo sin vida. Fue una mañana llena de dolor, un dolor físico que debía traer felicidad y trajo tristeza, un dolor emocional que jamás imagine. Pasaban los minutos y las contracciones se hacían más intensas sin tiempo entre una y otra, me dolía el cuerpo y se moría mi corazón. Ya no sé si fueron una o dos horas de dolor intenso, solo sé que llegaste a las 12:30 pm, que te vi chiquito, rojito, hinchadito, con ojos achinaditos, pero sin vida. No pude sostenerte, no pude tocarte, te llevaron tan rápido de mi lado.

Pasamos la primera noche sin ti, tu papa y yo. Tristes. Solos. Con sentimientos encontrados. Al día siguiente me di cuenta que mi vida ya no sería la misma jamás. Tú llegaste a ella para hacer la diferencia, para marcar un antes y un después. Solo me quedaron los recuerdos, tus huellitas de los pies borrosas (que no supieron tomar), dos senos enormes y llenos, dos brazos vacíos y un corazón hecho pedazos.

Paso un día más, dos días, semanas, el primer mes; el tiempo no para, así como tampoco para mi dolor, así como tampoco parara mi amor; vivo pensándote, vivo extrañándote, vivo amándote cada día y así lo será por el resto de mi vida... hasta que Dios nos reúna de nuevo y allí no te soltaré nunca más.


http://mitristefelicidadsiempreenmicorazon.blogspot.com.es/2014/02/tu-llegada-nuestra-vida.html

10 comentarios:

  1. Bellas y conmovedoras palabras, que fuerte alma la de esos padres, bendiciones para ambos.

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    1. Hola Natalia, muchísimas Gracias por tus bendiciones. Espero que mi ángelito en el cielo este orgulloso de todo el amor que sentimos por el.

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  2. Muchas gracias Natalia por tu apoyo a esta maravillosa familia.
    Un abrazo muy muy fuerte,

    Elena

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  3. Muchísimas Gracias Elena, por tus palabras.. por tu apoyo, por tu comprensión. Significa mucho para mi compartir nuestra historia. Recordar y honrar la memoria de mi pequeño Ignacio. Hermosas las palabras para describir nuestro amor hacia el... Dios te bendiga enormemente...

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  4. Gracias a ir por habernos hablado de tu pequeño y habernos permitido leer tu preciosa carta de Amor.
    Un abrazo muy muy fuerte,
    Elena

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  5. Una historia repleta de amor, creo que tomaste una decisión que pocos pueden hacer, dejaste tu egoísmo de lado sólo por el amor a tu pequeño, harta fuerza que el corazón sana pero de a poquito. Bendiciones.

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    1. Gracias Denisse. Por tus palabras :) Amen a tus bendiciones...

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  6. Es una historia conmovedora me hizo recordar los momentos en q yo vivi mi aborto retenido.Fue una decision dificil de tomar admiro tu fortaleza yo no se q ubiera hecho si me pasara al go asi que dios te bendiga a ti y tu pareja por ser tan fuertes espero estes bien.

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  7. Nohelys Torrivilla14 de julio de 2014, 19:15

    Yo me encuentro en una situación similar: apenas hace 1 mes mi esposo y yo tuvimos que tomar esa decisión ya que mi bebe con 17 semanas de gestación, apenas tenía 4 mm de masa cerebral. Como se supera el sentimiento de culpa por tomar una decisión de esa magnitud? No tengo con quién hablar, ya que siento que no me entienden, además que me he alejado de mis amigas porque no creo que lo que me puedan decir me logre consolar

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    1. Querida Nohelys,
      Siento muchísimo tu pena y tu dolor. Has tenido que tomar una decisión dificilísima, tal vez la más dura de tu vida, pero, lo has hecho con todo el Amor del mundo, pensando en tu bebé, en las circunstancias extremas que presentaba, es tu decisión y nadie tiene derecho ni a opinar, ni a juzgarla.
      La culpa siempre aparece en todas las pérdidas, es una fase más del duelo que poco a poco vamos superando. Te enlazo un artículo que escribí sobre este tema por si puede servirte de ayuda
      http://ninosdelagua.blogspot.com.es/2013/02/culpa.html

      Te envío todo mi cariño,

      Elena

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