Cuando sufrimos una
pérdida,
la soledad nos inunda,
invade nuestro
cuerpo,
y hace que nos
sintamos tristes,
aisladas,
abandonadas.
Sin embargo,
no estamos solas,
el inmenso Amor por
nuestros hijos,
siempre estará ahí.
Habremos pasado poco
tiempo físico con ellos,
pero,
nuestro Amor es
infinito
y
perdurará a lo largo
de la eternidad.
Su cuerpo físico
partió,
pero su espíritu,
nos acompaña,
paso a paso,
día a día,
permanece con
nosotras,
permanece con
nosotros.
Sus almas caminan a
nuestro lado,
dentro de nuestros
corazones,
impregnando nuestra
esencia
y nuestros espíritus.
En un breve tiempo
finito,
sentimos la
inmensidad
del Amor.
Y ahora sabemos,
que el Amor es
infinito,
que perdura,
eternamente,
y
que Todos somos Uno.
Precioso
ResponderEliminarGracias dulce amiga <3
EliminarAsí es, lindo poema lleno de Amor,gracias por estas palabras escritas desde el Alma.
ResponderEliminarGracias a ti preciosa Sara, siempre acompañándonos.
EliminarUn fuerte abrazo!
Gracias x estos blogs maravillosos que llenan mi corazón de paz, desde hace un mes soy mamá de un niño del agua que amo con todo mi ser.
ResponderEliminarUn abrazo muy fuerte Pamela!
EliminarAquí estamos para acompañarte,
Elena
Mi queridisima y valiente Elena. Qué hermosas palabras y sentimientos. Muchas gracias por compartirlas. Un fuerte abrazo
ResponderEliminarGracias Elena por compartir tu experiencia. Qué hermoso saber que somos amor y eternidad. Creo que, por encima del dolor y del desgarro por la pérdida, nuestros hijos nos hablan de amor incondicional. Un fuerte abrazo, Carmen, mamá de Pablo y de Daniel.
ResponderEliminarTodos somos Amor Eterno, lo que pasa es que muchos de nosotros lo desconocemos y estamos llenos de miedos, dudas, rabia. Nuestros pequeños con su breve paso por esta vida nos muestran que la vida es diferente, que hay que vivirla y sacar lo mejor de ella y que el Amor es el sentimiento más duradero y maravilloso que existe, que el Amor es el lenguaje del universo y que debemos comunicarnos a través de él.
ResponderEliminarUn abrazo muy fuerte hermosa y querida Carmen.